lunes, 30 de julio de 2007

Hoy respiro... pastillas.

Mis disculpas por haber abandonado el blog durante todo este tiempo, pero he malvivido en estado cadavérico durante los últimos días... Así es; tengo una infección de caballo en la faringe, cortesía de un aire acondicionado que me pulula por la garganta mientras ronco a gusto por las noches. Soy, además, bastante contrario a acudir al matasanos, así que los dos primeros días pensaba que era un simple dolor de garganta y un ligero martilleo en la cabeza, por lo que bastaría (ay, ingenuo...) con la tradicional aspirina y largos sueños. Ayer, sin embargo, no podía más: la fiebre era bastante alta, y casi no podía moverme, tan dolorido como estaba mi cuerpo, así que acudí al hospital amparado por el seguro internacional (que me trató estupendamente, pagándome los gastos de medicamentos y de transporte). Y eso. Nada de tabaco. Nada de picante. Nada de comida muy caliente o muy fría. Pastillas cada seis horas... A pesar de mis recelos, esto parece funcionar. Hoy me encuentro mucho mejor, y sólo llevo una noche de tratamiento. Afortunadamente (eso creo) no me he perdido ni un sólo día de currelo.



Dos enemigos acérrimos como la alegría y el aburrimiento tienen un punto en común: ese dilatar las horas en las que discurren, llenarlas hasta el punto de hacerlas inmensas en la memoria, una vez pasadas; las horas alegres, por la satisfacción, por el cansancio mental tras las revoluciones y las chispas; las aburridas, por el tic...tac...tic...



El fin de semana pasado (hasta entonces me tengo que remontar para recuperar el hilo) fue un glorioso cúmulo de horas alegres. El regusto de esos momentos aún perdura, después de todo este tiempo... Son aquellos recuerdos difuminados de los que os hablaba hace unos posts, los argumentos del poeta; y por esa niebla borrosa e impenetrable que los rodea parecen esos días tan lejanos. "La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla", según maese García Márquez. Vuelvo a paladear, pues, ese fin de semana, para enviarlo por estos aires a vuestras miradas.



Como os decía, Lin-Lin volvía de nuevo a Taipei, así que mi humilde morada iba a llenarse de nuevo con calor humano. Mi hermana llegaba el sábado por la noche, además, por lo que ya iba tocando adecentar mis rincones. El caso. Tras el curro, quedé con Debbie y Sharon para dar una vuelta por Ximentin (rincón fashion de la ciudad, lleno de japo-taiwaneses o taiwa-japoneses, o una mezcla desordenada de ambos, con una pizquita de horterismo a lo Maruja Díaz), a la espera de que llegase Lin a la capital. Volvimos a encontrarnos con el colombiano Álex (¿os acordáis, el del post de las coincidencias?), que se traía además a otros colombianos de pura cepa (lo que me destorré con su acento, por los clavos de Cristo). Lin-Lin llegaría en mitad de nuestra cena koreana, a la que muy cordialmente nos invitó mi tocayo (Debbie, en pleno ataque de chismorreo, me contó que pertenece a una familia de diplomáticos y que el dinero le sale por las cavidades supraglóticas. Ya me gustaría compartir con él algo más que el nombre. Y no me seais mal pensados.). A la mañana siguiente me esperaba una reunión con una agencia inmobiliaria que planea derruir todos los edificios de mi zona, a la que debía acudir con una chica de la empresa de mi padre (por aquello de las mafias, en fin, ya sabéis cómo las gastamaos los amarillos), así que no pensamos salir de fiesta. Eso sí, Lin-Lin y yo nos agenciamos una botellita de whisky peleón y un frasco de un maravilloso licor chino de euro y medio para animar la noche. Así que tras unas horas de charleta en mi piso y ver unas películas sin ver (esto ya empieza a ser costumbre...) nos fuimos al sobre, que tocaba madrugar.



Me despertó mi amiga a almohadazos, pues ya se me estaba pasando la hora. Pasé mis olores malamente por la ducha y salí pitando, mientras Lin-Lin se iba a la estación de autobuses a por su billete de vuelta para el domingo. De la reunión no me preguntéis, pues nada sé. De lo que sí me acuerdo es de que tenía el ojo a la virulé, no por pelearme con los mosquitos por la noche, pero sí porque uno de ellos me picó --puñetero-- en el párpado durante mi inocente sueño. La hinchazón me duraría medio día, en el que parecía salido de una mala peli de artes marciales. Debbie y Lin-Lin me esperaban en el templo Long-Shan: de nuevo el olor ardiente del incienso, la música, llena de cuerdas y campanas, los colores vivos, las esquinas ornamentadas y puntiagudas, los numerosos devotos... A Lin-Lin, que era la primera vez que lo visitaba, le entusiasmó.
De allí nos fuimos al Chiang Kai-shek Memorial Hall (bueno, aunque últimamente le han cambiado el nombre, el antiguo dirigente del Kuomingtang es para los taiwaneses algo así como Franco para los españoles), donde habíamos quedado con Annie y William para comer. Fuimos a un restaurante de shiau long pau, especie de empanadillas al vapor, pero que milagrosamente conservan caldo dentro, toda una obra de arte culinaria, y por ello imposible de describir. Comimos en abundancia, así que exponernos al carnicero sol fue una tortura después de pagar la cuenta.


Debbie nos abandonó a media tarde; también William y Annie. Así que me lancé a la aventura con Lin-Lin, y nos patemaos Taipei a gusto...Pero disculparéis que siga contándoos estos recuerdos mañana; aún sigo un tanto convaleciente, y el sobre me llama... Prometo actualizarme pronto. Quedan, además, muchas cosas por contar.


No me iré sin publicar la lista de ganadores del concurso del colega el ferh razatblabla:

-Mónica González

-Nekane Celayeta
-Alicia Rivera

-Debbie Vandenheede

-Lo siento Luis, fallaste...Aunque me estoy pensando el llevarte algo, simplemente por contestar.


Pronto cerraré el otro concurso....

Vayan un par de fotos más de la semana de orientación:







Los chicos



Las chicas

3 comentarios:

Hard dijo...

Alex,
Espero que te recuperes pronto de tu malestar en la garganta. Intenté participar en tu concurso, pero reconozco que estaba más perdido que un lepero en Taiwán. No entendía nada.
La semana pasada hablé con Javi, a primeros de agosto llegará a Galicia.
No pude leer tu carta en "El semanal". Preguntaré a Jesús Mª, nuestro infatigable portero de T2 por si ha guardado algún ejemplar en casa. Un fuerte abrazo,

luis alberto dijo...

Yo crei que era la mas correcta jajajaja. Por cierto ya nos contaras que pasa con lin ,muchas peliculas sin ver, pero bueno .Nosotros por aqui en bilbo vacio llegaron un par de remesas de amigos pero pero se las llevaron antes de qeu las pudiesemos catar agusto y como no cayo un otxoran con mal tiempo pero buena cara y por la noche de fiestuqui por los lejanos algortas de los cuales en borracheras y flautas y contar hojas estube 45 mins de reloj.
Espero que te mejores de tu enfermedad de ventilador y nos vemos en septiembre por que este dia 8 no marcho a Marbella a tomar algo de lorenzo que estoy en estos momentos lavado con ariel que más blanco no se puede.
1 abrazo desde la capital del mundo
Por cierto te escribe por hotmail un mensajillo no se si lo leerias

Mónica dijo...

wang!!! q estoy en bcn y acabo de comprar billete xa la Villa el 6! asi q me espera un mes largo con un veraneo vasco e ingeniero.
espero verte en cuanto llegues! 1 besazo!!