martes, 14 de agosto de 2007

Preview: "Hoy respiro... la mar salada".

“[...] Ya lobo de mar, la mente con el barco oscila, y se alegra de sentirse tan pequeña, dando un sentido a la consciencia.Y es entonces, junto a la cadencia, cuando te das cuenta de que en un parpadeo pasaron cinco minutos, cinco años, dieciocho...[...] Mientras el coraje de antiguos piratas me retumba en ecos, y se mezcla en mis mejillas con salitre y vahídos del Adriático, me decido a ser embajador de nuestra Tribu para pregonar por el mundo que aquí estamos, [...] heraldos del eclipse que aún ha de llegar. Vosotros... Fiero buque éste en el que navego, gritando, abordando. ¡A mí, bucaneros! Ira y fuego a vuestra señal, mientras el mundo se pierde en espumas a los pies. Zarpemos, compañeros, con la bravura en las miradas, Viento de cara y los siete mares por conquistar”.

Capítulo
Split-Dubrovnik de aquel Diario de Interraíl 2005, aún manuscrito, que nunca vio la luz.





A pesar de estas semanas de silencio, debo pediros una pequeña prórroga más. Abordo esta semana mis últimas horas como asistente de producción en RTI (fíjate que me dará pena, las vueltas que da el cosmos...). Pero para calentar boca, os cuelgo unas cuantas fotos del fin de semana en Kenting, cuando todavía andaba mi hermana por estos lares. Qué buen fin de semana... Y buenos serán también los pocos días que me quedan en la isla (a pesar de ese tifón --el tercero en dos semanas-- que se acerca desde Filipinas). Ya veis; ante todo, optimismo (y a estas alturas del verano muchos os preguntaréis qué le han hecho en las Chinas a vuestro querido txino pesaroso. Quedó en el avión, dormido con ingentes cantidades de champán francés). En dos días soy libre, y tendré todo el tiempo del mundo para poneros al día... Espero veros muy pronto, ¡qué ganas!. Cuidaos mucho, besabrazos, a paletazos,
[Los viajeros: a Joe, Debbie, Lin-Lin, Susan y a Terry podréis reconocerlos algunos de los que leisteis las primeras entradas. La chica más guapa de todas es mi hermana Natalia (cosa de genes). Los dos nuevos compañeros son Jones y Yana, colegas de Joe en el curro allá por Tainan]




























miércoles, 8 de agosto de 2007

Tal día como hoy también respiraron... Efemérides (2)




Esther Williams, nadadora y actriz norteamericana

Hoy es miércoles, 8 de agosto, vigésimo sexto día del sexto mes en el año del cerdo, según el calendario lunar. Tal día como hoy:

-1588: La Armada Invencible fracasa estrepitosamente en su intento de vencer a los navíos de Francis Drake; este se dio a la fuga, no sin ocasionar bajas en la flota española que superaban las suyas propias. Así, la considerada como una gran victoria inglesa no es sino un calamitoso fracaso español.

-1900: Arranca la primera edición de la Copa Davis en Brookline, Massachusetts, denominada así en honor de Dwight Filley Davis.

-1901: Nace Ernest Lawrence, físico norteamericano que obtuvo el premio Nobel de física en 1939. Lawrence inventó el primer acelerador de partículas subatómicas y el tubo de televisión en color.

-1918: Comienza la batalla de Amiens con la avanzada de los aliados sobre las tropas alemanas, obteniendo 16 000 prisioneros en apenas dos horas.

-1923: Nace Esther Williams, actriz nortamericana y campeona americana de natación, conocida por su papel en “Escuela de Sirenas”.

-1944: Adolf Hitler manda ahorcar a cuatro de sus oficiales superiores con cuerda de piano, acusados de intentar asesinarle.
-1945: EE.UU. lanza su segunda bomba atómica, “Fat Man”, sobre la ciudad japonesa de Nagasaki, días después de devastar Hiroshima con su primer juguete “Little Boy”. 1961: Mei Lan-fang, noted Beijing opera actor, dies of illness inBeijing at the age of 67.

-1963: Una banda de ladrones protagonizó un espectacular asalto a un tren que iba de Glasgow a Londres, robando dos millones y medio de libras esterlinas.

-1974: Richard Nixon pasa a la historia como el primer presidente estadounidense en dimitir.

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Unas pocas efemérides para calentar boca, y para anunciar una pronta actualización del blog. Queda por contar el fantástico fin de semana en Kenting, los días de curro intensos, empezando la producción de mi programa, la entrevista a la fábrica de té de mi abuelo...Y cómo se vive en una semana de tifones (¡dos seguidos!) Acaban de llegar mis padres a Taipei, por otra parte. Lo dicho: os cuento, el cuento, mañana.


El tifón Pabuk, que pasó por la isla ayer martes 7 de agosto.


PD: ¡Mil gracias por la postal, Ali! No sabes qué ilusión más grande... Fíjate que empiezo a considerar que Heidelberg se sitúa en belleza a la altura de mi querida villa. /úN béso/

jueves, 2 de agosto de 2007

Hoy respiro... sabores

Shanghai, verano de 2006



-Dulce




La noche en Ximenting, junto a mi hermana y a Debbie, en aquella terraza... Situada al lado del primer teatro de Taiwán, reconvertido en centro turístico, nuestro bar era uno de los muchos que se juntan en una calle peatonal; al estilo occidental, me sentí un poquito más cerca de casa: el gin tonic, la charleta, las galletitas saladas que nos regalaron, cumplidores sustitutos de un gran paquete de pipas...Incluso el tiempo nos concedió una tregua, y la suave brisa de entonces es la misma que trae a mi memoria unas horas que guardaré con cariño.




-Exótico




Desde que llegó Nati a casa ha variado mi dieta: a pesar de haberme educado el pico con estricta finura allá en casa, soy capaz de sobrevivir "comiendo latas". Mi hermana no lo soporta, y exploramos en cada comida, bien probando nuevos sitios por los alrededores (sobre todo los almuerzos, en los que la prisa azuza recordándome la hora de ir al tajo) o yendo a algún sitio especial de la ciudad (mercadillos de noche, zonas de jóvenes) y picando en los puestos callejeros (suele ser nuestro plan nocturno). Desde deliciosas sopas de tripas hasta decepcionantes stinky tofu (ya no saben cómo hacer un buen tofu apestoso...); lo más exótico hasta ahora, sin embargo, os sonará: una milagrosa tortilla de patata que hicimos en casa con ingredientes locales, que si bien no terminó de convencernos —las patatas de aquí son demasiado arenosas, y el color distinto de las yemas le daban un aspecto desmayao— zampé a dos carrillos y la gloria del tinto, el Seiscientos y eljamón.




-Soso




"Harry Potter and the Order of the Phoenix". El tráiler aún prometía dos horas y pico de entretenimiento. Nanay. Si hay un ingrediente que permite calificar a una cinta como "película" (primer nivel de este noble arte tras superar "aberración" y "bodrio") es el ritmo: es decir, que en el sutil arte de empalmar secuencias y encajar planos puede un director convertir una película mediocre, sin grandes aspiraciones, en un rato ameno para el espectador; de esas películas, que a pesar de no presentar argumento, suspense, inteligencia, ni siquiera carnaza, hacen que llegues a los créditos en un pchttttttt .Nada de esto aparecía en la película del joven mago (debía haber sido más escéptico a la hora de apoquinar la entrada, sobre todo habiendo visto las ediciones anteriores): los escasos efectos especiales (aun siendo FX) simpáticos (los diferentes patronus, la escenificación del Ministerio de Magia, el duelo entre Death Eaters y el DA) quedan ahogados en bostezos, por un ritmo pesado y una trama incoherente. Ni siquiera os diré que no la veáis; os prohíbo terminantemente,ni siquiera en el día del espectador, pagar por esta pel...tardez. Vamos...siempre nos quedará el top manta.




-Añejo




Mi barrio es "zona de viejos". Ello significa que quizá hay algo más de polvo, menos neones, algún que otro perro callejero cada tantas esquinas, y una preocupante media de katxabas por metro cuadrado. Pero también que los callejones escondidos albergan olores, sabores e incluso visiones que te trasladan a un Taiwán más auténtico, más construido a sí mismo. Así, después de toser en las tiendas de medicina tradicional, puedes despertar el apetito con un buen bol de sopa de manitas de cerdo; eso sí, no te recomendaría pasar antes por delante de las carnicerías, y menos aún ver en qué clase de recipientes lavan la vajilla los puestos de comida callejeros... En cualquier caso, estas avenidas agrietadas, estos ancianos con las manos llenas de surcos, estas piedras enmohecidas de historias anónimas y de vidas pasadas son el auténtico exponente de lo made in Taiwan.




-Esponjoso




Así suena mi voz por las ondas. Voy mejorando, y mi sonido ya no me desagrada canto. Desempolvé en el recuerdo las viejas lecciones de canto, aquello de respirar con el estómago y demás, y creo haber solucionado en parte ese matiz nasal que tanto odiaba los primeros días. He encontrado, además, la posición idónea ante el micrófono, que me permite hablar tranquilo, incluso gesticular, sin desfasar en exceso la barrita del volumen (si llega a la parte roja —danger, danger!— significa que vas a reventar tímpanos a tus estimados radioyentes). Aun así, me suena demasiado "esponjosa", demasiado...no sé, a megafonía de burdel. Pegajosa. Zalamera. Puaj. A Paty, mi jefa, le gusta. [Comentario para mayores de edad: algún compañero, que es muy verde, dice que es porque a la pobre la pone "piloto"].




-Casero




¡Recibí mi primera carta de un radioyente! Era un tal Luis Corcuera, de Vitoria, que me daba la bienvenida a la radio. Decía que se había reído mucho con mi entrevista de presentación en El Cartero,con Yochi, Luis y Paul, sobre todo en los momentos en los que bromeaba con mi origen euskaldun (me acuerdo que comenté en broma que en las tiendas pedía todo con mi mejor acento vasco para que el tendero de turno no se sintiera cohibido y supiera que podía comunicarse conmigo). Sin embargo, me reprochaba el no haber dicho que los de Bilbao "son unos fanfarrones". Y el muy cachondo contaba el tópico chiste ese de "los de Bilbo nacemos donde nos da la gana". Eso sí, me decía que todo era de coña, y que no me ofendiese porque a ellos les llamamos "patateros". Cómo ofenderme, hermano...Eso sí, partirme el bombo, un rato largo. Lo dicho; una carta entrañable... El día que te pille entre las patatas y los cadáveres de suicidas por la pena que da el Alavés nos enroscaremos la boina y levantaremos vidrio hasta perder el sentido. Amén.




-Amargo

En plena enfermedad, en una de esas noches febriles, tuve un súbito ataque de melancolía. Retiro lo de "súbito". La melancolía no es presurosa, no gusta de grandes entradas. Siempre viene callandito, seducción venenosa... Nunca he sido un buen tristón. Hay gente con su propio método para combatir a la Zorra M: bailar solos delante del espejo, correr, hacer punto (¡?)... A mí ni siquiera escribir me sirve, pues mi prosa nunca ha sido excesivamente alegre (vosotros, Tribu, lo sabréis bien, que me lleváis sufriendo desde Se escribió en el Carmen). Hubo un tiempo en el que me rebelaba contra estos ataques de tristeza porque todo y porque nada. He aprendido, no obstante, a esperar paciente; a estarme quieto, a dejar que Melancolía entre en mí, disfrutar con ella, seguirle el juego hasta que se sienta sorprendida, quizá halagada...Dar la vuelta a la situación, hacer que se sienta confiada: es entonces, cuando ya disfruta conmigo sin recelo, cuando la miro a los ojos y le susurro que ya no le tengo miedo. Las despedidas son siempre amargas. Como los despechos. Pero le digo que no llore, que volveremos a vernos. La carne es débil, y yo soy "humano, demasiado humano". Sí, lo prometo. Volveremos a vernos. No te sientas engañada... Ahora ve. Hasta pronto. Sin mirar atrás. Sin rencor.






-Picante




Pues sí, ya me pica, ya me salta en la lengua el viaje de este fin de semana a Kenting. Sí, coleguillas, me voy al sur de Taiwán en busca de un poco de playa y de deportes acuáticos. Espero volver luciendo moreno auténtico, y no este gris parduzco de ahora, fruto de horas entre tubos de escape. Aunque la traviesa fortuna (estoy seguro de que tiene pecas y luce coletas) me puso una zancadilla el otro día, y me doblé el tobillo. Aunque esta vez no fue entre canchas y balones, soy experto en estas lides y supe al instante que era un esguince. La hinchazón y el dolor por la noche me lo confirmaron, y pensé que se me había arruinado el viaje. Sin embargo, el Jefe se apiadó de mí: no sé si es la milagrosa pomada antiinflamatoria que compré en la farmacia de la esquina o los ruegos que he echado arriba, pero el caso es que la recuperación de mi tobillo está siendo milagrosa. La hinchazón ahora mismo es mínima, y aunque sigo sin poder doblarlo, ando con total normalidad. En fin. Al mal tiempo... Además, será el último fin de semana con todos mis amigos antes del fin del programa. ¡Ya pica, ya salta! Qué ganas...






Tengo más sabores por compartir, pero también un largo día de curro dentro de unas diez horas...Mañana realizo otra entrevista, nada más y nada menos que en la empresa de té familiar; es para mi programa (el que tengo que entregar a la radio antes de que finalicen mis prácticas), que he titulado País de artesanos, y a Paul le sirve para su programa de oficios. Así que continuaré pronto con nuevos aires desde esta (sorprendente) isla. Hasta entonces, besabrazos inmensos y muchos recuerdos,


P.D: Pronto contestaré los respectivos mails, lo prometo... Cuando definitivamente se me rompan los frenos y me fuerce a bajar drásticamente el ritmo chocando con algún nuevo momento de paz.

martes, 31 de julio de 2007

Lin-Lin es taiwanesa de pura cepa; el sentimiento, salvando las distancias, es similar a aquel que afirma que es de Bilbao hasta los tuétanos. De esos que rugen cuando se mancilla el nombre de su tierra. Pero ella, a diferencia de mi alma rojiblanca, puede escuchar los espíritus de sus ancestros vagando por los bosques de Formosa. Su familia es nativa, nacida de estas tierras. Su lengua materna es el taiwanés. Para ella, escuchar “China” se asemeja a oír el miedo anunciado en tambores de guerra, oler el humo de los fuegos hostiles acercándose a arrasar las tierras de sus antepasados. La cobra y el dragón que adornan su espalda están protegidos por el sol de la bandera taiwanesa, que a pesar de ser un símbolo introducido por un Kuomingtang autoritario y censor ha calado en el corazón de los isleños como una enseña de libertad y soberanía nacional. “Taiwán”, me cuenta Lin-Lin, “es como un fénix; cuántas veces ha muerto, aplastado por otros: españoles, portugueses, holandeses, manchúes, japoneses y chinos. Pero siempre sigue adelante...” Mientras, se tocaba con cuidado el hinchado muslo, donde el tatuaje que se hizo en Ximenting la noche anterior, su fénix, su Taiwán, seguía recordándole punzada tras punzada que a este país todavía le quedan muchas piedras por esquivar. [Se me pasó contaros que el viernes, antes de volver a casa, estuvimos dos horas y media encerrados en un tugurio de mala muerte mientras Lin-Lin se tatuaba el fénix que habíamos diseñado con el artista del local].

Mientras, yo me iba viendo capaz de compartir ese sentimiento: patria, hogar... Del mismo modo en que la familia es más que un lazo de sangre, la patria es mucho más que fronteras e himnos. Un rincón, un sentimiento, un alguien, pueden ser para un hombre su único y verdadero hogar. Aquello por lo que irías a la muerte sin un sólo atisbo de duda, como la sangre a la herida... Sí, quizá...Quizá un vahído de esta isla también vuela por estos vientos que me soplan pecho adentro.

De todo esto hablábamos en el peor museo que he visitado en mi vida. Entramos bastante ilusionados (era un museo sobre la cultura aborigen, de ahí toda la conversación patriótica), pero pronto se nos fue el calentón. Aún debíamos pasar un rato entre sus pasillos, si queríamos evitar las peores horas de sol, así que nos descalzamos y nos repantingamos al lado de una estatua que parecía estar moliendo arroz. Creo que no había nadie más en el museo, por lo que no tuvimos ningún reparo en airear los pedernales. La conversación fue apasionante, sobre los miedos de la isla, sus supersticiones, las manías, los olores, lo que ambos conocíamos o creíamos conocer de Taiwán...Me contó la historia del 2-28 (lo que nosotros llamaríamos el 28-F), que prometo narraros algún día (merece la pena, es conmovedora).

Decidimos adelantar nuestra visita a Tamsui, suerte de rincón portuario con numerosos chiringuitos para comer y más mercadillos pintorescos (lo de esta isla con el consumismo supera los límites de la definición de “bacanal”). Nos esperaba un largo viaje en metro, en el que caímos incoscientes, un tanto achicharrados y con los pies como el carbón. Ya paseando cerca del mar, el agua salina nos despertó el apetito, así que compramos un poco de comida: un tanto de sepia asada, unos pinchos de tofu frito, otra pizca de carne —de "algo" —. Con el rancho nos sentamos al borde del mar, y disfrutamos de la semicena bendecidos por la puesta de sol. Tras el papeo, dimos unas cuantas vueltas por el sitio, agotando las horas antes de volver a casa (esa noche teníamos que esperar, antes de salir a la fauna nocturna, a que llegase mi hermana del aeropuerto). Laberínticas calles y más neones...Como si todos los colores del mundo hubieran decidido al mismo tiempo bailar en círculos a gran velocidad, por diminutos tubos de cristal...Colgados del cielo, parecen batutas aceleradas, que marcan el ritmo a un barrio que resuena bocinas, griteríos y el enmudecido grito del mar.


Pero nosotros íbamos ajenos a la prisa, no por no tenerla, sino de puro no poder... Los callos de los pies prometían tortura, pero sólo sabríamos que conservábamos los cinco dedos después de la ducha que lavó las capas de mugre recolectadas con esmero a lo largo del día. Antes de entrar en casa, más comida: una sopa enorme de sangre de cerdo coagulada (no pongáis ese jeto de el-Fary-comiendo-limones, que la castiza morcilla es el mismo pringue con arroz) y un bol de fideos con pequeñas ostras, en el mercadillo cercano a mi humilde morada. Y unas cuantas botellitas más del licor taiwanés asesino. Oh, ya sabéis. Por aquello de curar las heridas. Los callos y demás. O quizá para curar las penas. O ahogarlas a conciencia...

Llegamos con una orden de alejamiento mutua de tres metros. Sudorosos y malolientes, abandonamos el pegajoso aire del verano en la isla para rendirnos a la voluptuosidad del aire acondicionado (a pesar de la infección en la faringe, soy incapaz de dedicarle una mala palabra). Tocaban las nueve para entonces. Había sido un día agotador. Repusimos fuerzas, malviendo algunos capítulos de "Héroes" y zampando sopas y ostrillas. Nati, mi hermana, llegó a aquello de las once. Para entonces ya estábamos duchados, y decidimos explorar un bar que vimos por Internet. Nada del otro mundo: una mezcla curiosa entre discoteca fosforescente y lounge-bar, eso sí, barra libre incluida en la entrada. Confesaré que me sentía como el escudero tontolaba de Xena: y es que no sé que hacéis las mozas, que os volvéis tan garridas por las noches, que os arregláis tanto que parece que no vais arregladas, que el glamour es inherente a vuestras mercedes. Tan sencillas como un hígado trufado con láminas de foie. Así que me negué en redondo a pasear por la pista de baile paseando como el hipnótico que sigue la estela de la diva, y así se lo dije a mi compañera. Nos adjudicamos pues otra mesa VIP de esas que tanto gustan de abandonar, y nos dedicamos a amortizar la entrada entre charlas y humos.
Volvimos pronto, cargados con más comida (Taiwán es el único sitio en el que sinceramente creo difícil morirse de hambre), dispuestos a intentar ver otra peli. No hace falta decir que no la terminamos, pero esta vez no fue la conversación, sino el sueño, lo que nos rindió. Cuarto fin de semana en la isla, y el aire de aquel se acababa de nuevo...

Como todo domingo de juventud, la boca seca y el sol radiante sustituyeron al gallo de los cuentos. Aún habría tiempo para más: un nuevo paseo por Ximenting, una visita al Taipei 101 (el edificio más alto del mundo. Aunque al Gorbea no le llega ni a la suela.) y otra carrera hasta la estación de autobuses...


Termino por hoy, y hasta aquí la crónica del fin de semana pasado. Sigo prometiendo alcanzar pronto las horas presentes... Aunque los días se me encogen, ahora que mi hermana llena algunos momentos que antes dedicaba estos aires. Para vosotros, por ello, muchos besos y recuerdos,


P.D:Vic................................................................................................................................................................................................................................................¡Me has dejado sin palabras! Genio....
(La rubia de la foto se ha ganado una cojo-pantalla de trpecientos mil machacantes en un concurso de vídeos de la gran Sony)


¡Yiiiiiiiiiiiiiijaaaaaaaaaaaaa! ¡Soy creativa de Sony!

lunes, 30 de julio de 2007

Hoy respiro... pastillas.

Mis disculpas por haber abandonado el blog durante todo este tiempo, pero he malvivido en estado cadavérico durante los últimos días... Así es; tengo una infección de caballo en la faringe, cortesía de un aire acondicionado que me pulula por la garganta mientras ronco a gusto por las noches. Soy, además, bastante contrario a acudir al matasanos, así que los dos primeros días pensaba que era un simple dolor de garganta y un ligero martilleo en la cabeza, por lo que bastaría (ay, ingenuo...) con la tradicional aspirina y largos sueños. Ayer, sin embargo, no podía más: la fiebre era bastante alta, y casi no podía moverme, tan dolorido como estaba mi cuerpo, así que acudí al hospital amparado por el seguro internacional (que me trató estupendamente, pagándome los gastos de medicamentos y de transporte). Y eso. Nada de tabaco. Nada de picante. Nada de comida muy caliente o muy fría. Pastillas cada seis horas... A pesar de mis recelos, esto parece funcionar. Hoy me encuentro mucho mejor, y sólo llevo una noche de tratamiento. Afortunadamente (eso creo) no me he perdido ni un sólo día de currelo.



Dos enemigos acérrimos como la alegría y el aburrimiento tienen un punto en común: ese dilatar las horas en las que discurren, llenarlas hasta el punto de hacerlas inmensas en la memoria, una vez pasadas; las horas alegres, por la satisfacción, por el cansancio mental tras las revoluciones y las chispas; las aburridas, por el tic...tac...tic...



El fin de semana pasado (hasta entonces me tengo que remontar para recuperar el hilo) fue un glorioso cúmulo de horas alegres. El regusto de esos momentos aún perdura, después de todo este tiempo... Son aquellos recuerdos difuminados de los que os hablaba hace unos posts, los argumentos del poeta; y por esa niebla borrosa e impenetrable que los rodea parecen esos días tan lejanos. "La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla", según maese García Márquez. Vuelvo a paladear, pues, ese fin de semana, para enviarlo por estos aires a vuestras miradas.



Como os decía, Lin-Lin volvía de nuevo a Taipei, así que mi humilde morada iba a llenarse de nuevo con calor humano. Mi hermana llegaba el sábado por la noche, además, por lo que ya iba tocando adecentar mis rincones. El caso. Tras el curro, quedé con Debbie y Sharon para dar una vuelta por Ximentin (rincón fashion de la ciudad, lleno de japo-taiwaneses o taiwa-japoneses, o una mezcla desordenada de ambos, con una pizquita de horterismo a lo Maruja Díaz), a la espera de que llegase Lin a la capital. Volvimos a encontrarnos con el colombiano Álex (¿os acordáis, el del post de las coincidencias?), que se traía además a otros colombianos de pura cepa (lo que me destorré con su acento, por los clavos de Cristo). Lin-Lin llegaría en mitad de nuestra cena koreana, a la que muy cordialmente nos invitó mi tocayo (Debbie, en pleno ataque de chismorreo, me contó que pertenece a una familia de diplomáticos y que el dinero le sale por las cavidades supraglóticas. Ya me gustaría compartir con él algo más que el nombre. Y no me seais mal pensados.). A la mañana siguiente me esperaba una reunión con una agencia inmobiliaria que planea derruir todos los edificios de mi zona, a la que debía acudir con una chica de la empresa de mi padre (por aquello de las mafias, en fin, ya sabéis cómo las gastamaos los amarillos), así que no pensamos salir de fiesta. Eso sí, Lin-Lin y yo nos agenciamos una botellita de whisky peleón y un frasco de un maravilloso licor chino de euro y medio para animar la noche. Así que tras unas horas de charleta en mi piso y ver unas películas sin ver (esto ya empieza a ser costumbre...) nos fuimos al sobre, que tocaba madrugar.



Me despertó mi amiga a almohadazos, pues ya se me estaba pasando la hora. Pasé mis olores malamente por la ducha y salí pitando, mientras Lin-Lin se iba a la estación de autobuses a por su billete de vuelta para el domingo. De la reunión no me preguntéis, pues nada sé. De lo que sí me acuerdo es de que tenía el ojo a la virulé, no por pelearme con los mosquitos por la noche, pero sí porque uno de ellos me picó --puñetero-- en el párpado durante mi inocente sueño. La hinchazón me duraría medio día, en el que parecía salido de una mala peli de artes marciales. Debbie y Lin-Lin me esperaban en el templo Long-Shan: de nuevo el olor ardiente del incienso, la música, llena de cuerdas y campanas, los colores vivos, las esquinas ornamentadas y puntiagudas, los numerosos devotos... A Lin-Lin, que era la primera vez que lo visitaba, le entusiasmó.
De allí nos fuimos al Chiang Kai-shek Memorial Hall (bueno, aunque últimamente le han cambiado el nombre, el antiguo dirigente del Kuomingtang es para los taiwaneses algo así como Franco para los españoles), donde habíamos quedado con Annie y William para comer. Fuimos a un restaurante de shiau long pau, especie de empanadillas al vapor, pero que milagrosamente conservan caldo dentro, toda una obra de arte culinaria, y por ello imposible de describir. Comimos en abundancia, así que exponernos al carnicero sol fue una tortura después de pagar la cuenta.


Debbie nos abandonó a media tarde; también William y Annie. Así que me lancé a la aventura con Lin-Lin, y nos patemaos Taipei a gusto...Pero disculparéis que siga contándoos estos recuerdos mañana; aún sigo un tanto convaleciente, y el sobre me llama... Prometo actualizarme pronto. Quedan, además, muchas cosas por contar.


No me iré sin publicar la lista de ganadores del concurso del colega el ferh razatblabla:

-Mónica González

-Nekane Celayeta
-Alicia Rivera

-Debbie Vandenheede

-Lo siento Luis, fallaste...Aunque me estoy pensando el llevarte algo, simplemente por contestar.


Pronto cerraré el otro concurso....

Vayan un par de fotos más de la semana de orientación:







Los chicos



Las chicas

domingo, 22 de julio de 2007

Hoy publican mis suspiros (2)

No sé qué sucede estos días, pero parece que los astros se alían para darme gratas sorpresas. Me ha enviado Mónica (¡gracias rojerde!) un archivo con la sección "La carta de la semana" de El Semanal escaneada, ¡y han ganado mis líneas! Aunque vosotros las leísteis en exclusiva, en aquella entrada de las generaciones perdidas (sí, fui poco original utilizándola para dos cosas distintas...); además, la conocéis en su versión íntegra, pues era bastante larga y la han recortado. El caso, que pluma al canto, en parte gracias a vosotros, pues si no hubiera decidido abrir el blog para enviaros estos aires jamás habría redactado esas palabras...Así que os firmaré autógrafos con ella (jeje, se me va a subir a la txino-cabeza y todo...)

Os contaré pronto este fin semana, cojonudo y agotador. Cuidaos, besabrazos,

jueves, 19 de julio de 2007

Hoy publican mis suspiros



No podía dejar de compartir con vosotros esta nueva noticia... A finales del curso pasado, D.Jaime Nubiola, profesor de Filosofía del Lenguaje, me pidió un trabajo mío sobre léxico juvenil para publicarlo en su blog. Pues bien, me acaba de contar que está ya en la web; si bien sé que es un hecho pequeño, me ha hecho ilusión ver palabras mías resonando por la red... Además, gran parte de ese trabajo es vuestro: aunque no os pedí permiso (sorry) algunos de vosotros salís citados como ejemplo. El lenguaje de la Tribu, por otra parte, es el motor del trabajo (aquello del "huele a lirio", "merluza" y demás. No me atreví a incluir el "cogiendo moras" o las frases hechas con "diplodocus"). Para los (escasos) interesados: http://www.escriturafilosofica.blogspot.com/




Vaya un pequeño fragmento de la conclusión:





"Pero caben también otras reflexiones, quizá más aventuradas; de algún modo, el lenguaje juvenil, tan pasional, tan centrado en sensaciones e instintos, arma batalladora en una etapa de la vida en la que la diplomacia y la serenidad aún no rigen la consciencia, recupera el misticismo de la lengua: aquel que en los siglos iluminados creyó que siendo en el inicio el Verbo, magia, música y palabra se unieron en canon infinito formando el universo; aquel que asume que el mayor castigo de los babilonios fue la confusión del lenguaje; aquel, en fin, para el cual lo desconocido es lo que no tiene nombre. Para la juventud sólo es real, actual, moderno, aquello que puede describir. Incluso a sí mismo se busca un mote o una etiqueta con la que abarcar su vida; en efecto, “quién eres” o “qué eres” son preguntas que cualquier joven responde en una palabra. Se hace así esclavo de su lenguaje, y su mayor admirador: para ninguna edad tendrán más sentido los perdones, las gracias o los tequieros.


El lenguaje juvenil se incluye así en las grandes contradicciones de la vida: en apariencia indefinible, por alimentarse de significados distintos, inabarcable por cambiar en cada grupo de hablantes y lugar, incapaz de sistematizarse por rebelde, efímero por morir en la edad adulta, se manifiesta, no obstante, como todo lo contrario en el día a día. Rebelándose contra su propia confusión e inexperiencia en la vida, el joven establece en su habla unas normas y bandos concretos, dotando de sentido al todavía desconocido camino vital. Y lejos de morir, su lenguaje habrá escrito su historia hasta la edad adulta, y, fenicio, renacerá distinto con la siguiente generación. Fugaz, y a un tiempo eterno, perpetúa su definición, generación tras generación, como la música más dinámica y vital en la paradoja del vivir muriendo, y morir viviendo."
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P.D: El próximo miércoles cierro el concurso
¿Acertó nuestro amigo el ferht del bezael ben el rabah gald en su respuesta, obteniendo así la insignia de RTI?, y publicaré la correspondiente lista de ganadores. Para aquellos que todavía no habéis participado, os recuerdo que ya habilité la opción de publicar comentarios sin cuenta en Blogger o Google. ¡Ánimo! El concurso del post Hoy respiro... pequeñeces sigue en pie. He decidido que el premio lo decidirá cada uno de los ganadores, una vez anunciados. Un beso,

Hoy respiro... "¡pa-ta-ta!"(4)

Allá van nuevas fotos. A partir de la semana que viene podré colgar mis propias imágenes, pues mi hermanita trae en su maleta una cámara para mí.



Al margen de las fotos, hoy vuelve Lin-Lin a Taipei. Otros eventos próximos: la entrevista que os contaba (hoy a la tarde, en algún rincón perdido de Taipei), la llegada de mi hermana mañana por la noche y el pronto comienzo de la grabación de mi propio programa, País de artesanos (la cabecera comienza con algo así como "El genio comienza las grandes obras; pero sólo el trabajo las acaba". La frase, por supuesto, no es mía.), en el que entrevistaré a mi tío (como sabéis, mi familia es productora de té, y la fábrica de mi abuelo es patrimonio de la ciudad de Taipei por ser la única que sigue manufacturando el té al modo tradicional). Os cuento, el cuento, en otro momento.






Debbie, Lin-Lin y Susan en la mesa VIP que nos adjudicamos






Susan, Debbie, Lin-Lin y yo, en el mismo descanso del sábado pasado.

Foto de grupo en la primera semana: Sharon, yo, Debbie, Susan, Solomon, Annie, Joe, Will, Wendy, Terry

miércoles, 18 de julio de 2007

Tal día como hoy también respiraron… Efemérides (1)

Hoy es 18 de julio, quinto día del sexto mes en el año del cerdo, según el calendario lunar. Tal día como hoy:


La vocación de San Mateo, Caravaggio





-1610: Muere, a la edad de 39 años, el artista italiano Michelangelo Merisi da Caravaggio.





-1817: La novelista inglesa Jane Austen abandona este mundo, permaneciendo viva en el ruedo de las letras a través de Emma, Orgullo y prejuicio o Sentido y sensibilidad.





-1877: El científico estadounidense Thomas Edison graba la voz humana por primera vez [así que en una infinitésimamente larga cadena de acontecimientos este buen yanqui ha permitido que venga a la isla a radiar mi voz al mundo y a vosotros estos aires]





-1925: Se publica Mein Kampf, relato autobiográdico del líder nazi Adolf Hitler.





-1936: El general Francisco Franco y sus secuaces sublevan media España contra la agónica República, conduciendo al país a tres años de Guerra Civil; Franco dirigiría España de modo autoritario hasta su muerte en 1975.





-1955: El parque temático diseñado por Walt Disney para Anaheim, California, abre sus puertas a todas las ilusiones del mundo.




Hoy respiro... a duras penas (2)



Como os contaba, esta semana empezó con trabajos forzosos. La radio ha organizado para esta semana y la siguiente clases de preparación matutinas; adhiriéndome a la opinión de mis compañeros en la sección española, diré que las considero absurdas, por varias razones. En primer lugar, llegan tarde: tras medio mes de prácticas, algunos de nosotros estamos ya inmersos en nuestro trabajo, y las aptitudes que necesitamos para ello las hemos ido aprendiendo en el día a día. Por otra parte, muchos de los practicantes no las entienden (las imparten en chino), por lo que la mayoría opta por un breve sueño reparador. Pero, por encima de todo (y aunque suene perezoso), me sobrecarga los días: a pesar de ser por la mañana, y en horario de trabajo, la cantidad de tareas por la tarde no ha disminuido, sino que se ha incrementado con doblajes y grabaciones diversas. Además, soy el único que realmente está haciendo algo: la mayoría se va a casa después de las clases, o terminan sus tareas antes de las tres, mientras que yo salgo de RTI después de colgar el informativo en la página web (hacia las siete o siete y media de la tarde). Cansancios, pues, en un lunes y martes que comenzaron un tanto melancólicos después de un fin de semana espléndido.


No creáis que no valoro mis nuevas responsabilidades en la radio; al contrario, me entusiasmaría con ellas, si no acabase completamente exhausto. Pero estos agotamientos han llegado a su fin: la fortuna, que me abandonaba el lunes, ha decidido volver a mi vera. La responsable de la sección de mandarín ha solicitado que las clases se trasladen a las dos de la tarde, para que sus practicantes puedan utilizar los estudios de grabación por las mañanas. Así que vuelvo a mi horario habitual, eso sí, malgastando dos horas en las que podría ayudar a mis compañeros. Y es que esa es la conclusión que he expuesto hoy ante el gerente superior de la radio, que ha venido a clase para preguntarnos nuestras impresiones. Alejándome del peloteo del resto de jóvenes en las distintas secciones, he expuesto con claridad que mi objetivo en esta emisora es, por encima de todo, trabajar: no estoy cobrando un sueldo por aprender, sino por colaborar. No quiero que malgasten sus energías y sus recursos conmigo, sino que debo aprender a explotar mis capacidades para ahorrarles trabajo. Ese es mi cometido, y si lo cumplo, volveré, junto con la mochila de sueños cargada, con otra de sabiduría adquirida a rebosar; pero mi aprendizaje vendrá de la mano de esfuerzo. Lejos de mi impresión los primeros días, le contaba, me alegro de que ahora, por fin, los compañeros agradezcan que les reste un poco de su tarea de cada día.

Quizá mi entonación en chino se aleja de lo saltarín del discurso habitual; el caso es que mi supervisora, Patricia, ha interpretado mis palabras en la otra dirección, creyendo que no me encontraba a gusto. Me he apresurado a reconducirle a la opinión contraria, apoyado además por Paul y Luis, que me han felicitado “por ser el único honesto”. Las clases, por otra parte, son una tarea eludible: este viernes, sin ir más lejos, pasaré elegantemente de acudir, pues iré con Paul a entrevistar a una organización benéfica. Me he dado cuenta de que, después de estas semanas, he podido encontrar un lugar aquí: mi voz se emite (soy, de hecho, el único que graba “fuego real”), mis noticias se publican, y lo más importante, los compañeros me han aceptado como uno más.

Los últimos logros: traducción íntegra de una entrevista de veinte minutos a un tal Laplanche, subdirector de la Cámara Económica de la UE en Taiwán, y el posterior doblaje; no cagarla las primeras veces que he estado solo en la cabina, manejando micros, volúmenes, curvas de sonido y frikadas varias; aprender el proceso de colgar las noticias en la página web de RTI; sobrevivir a las americanas que trabajan en la sección inglesa, que ya han decidido por su cuenta que les acompañaré el viernes por la noche (y un chingón). Las habituales traducciones se me dan cada vez mejor, y después de estas semanas parecen acostumbrarse a mi imperiosa necesidad de torturar a la gramática de vez en cuando…

Para aquellos curtidos en esto de las letras les resultará obvio que he pasado por encima de estas crónicas a toda pastilla, sin cuidar un tanto, al menos como siempre, la prosa; no sé, la verdad es que no han sido unos días que me apeteciese mucho contar. Anuncio por ello eventos próximos: el viernes iré con Paul a entrevistar a unas venerables señoras que trabajan en una suerte de ONG; vuelve Lin-Lin a Taipei por la noche, así que volveré a acogerla durante el fin de semana; antes de ello, he quedado con Debbie para cenar y ponernos al día de la semana; el sábado por la noche llega mi hermanilla Nati… No habrá más conversaciones con las cucarachas; por fin alguien en casa todos los días… Alguien real, que se suma a estas palabras que os envío siempre que puedo. Cuidaos mucho, prometo líneas más interesantes en posteriores posts (la aliteración, como siempre, es gratis. ¿Os ha gustado compañeras?), besabrazos,

martes, 17 de julio de 2007

Hoy respiro… a duras penas

Parece que la dosis extra de suerte que se cuela en mi maleta cuando emprendo los grandes viajes se está acabando… Las horas han transcurrido llenas hasta arriba de trabajo tan denso y obeso como el aire de esta isla, hasta esta noche de un martes en la semana más dura desde que llegué a Taiwán.

Pero como en todo guión mediocre que se tercie allá por las barras y estrellas, tengo una crónica buena y otra no tan buena (ahap, se exprimen bien los sesos buscando eufemismos… Supongo que basta con ponerlo en boca de una moza con esas-cosas-que-tiran-más-que-las-carretas). Lo positivo, el fin de semana. Y por él comienzo (sobra decir que estoy a la espera de limosnas fotográficas de Debbie para dar descanso a vuestros ojos)…

Os decía que el viernes fue interesante. Lo fue, algo. Pero (parkaidazu…) me da una pereza del quince contarlo… Tampoco os perdéis mucho: tan sólo al menda grabando una obra de teatro, haciendo de padre de una niña que cree que los conejos en la luna hacen dulces y no medicinas, en compañía de diablillos que dicen no parecerse a las arañas. Oh, ya sabéis. Lo típico.

Por la noche vendrían Joe, Lin-lin y Susan desde Tainan (el uno) y Pintung (las otras), a hacerme compañía y a aportar un poco de calor (humano y figurado, que del real ando desquiciado). Primero llegaría el australiano; menuda odisea… Las señas que indiqué al taxista de Joe por teléfono eran poco concretas, por lo que le dejó a un cuarto de hora de casa…Salí a buscarle, además, sin teléfono. Creo que en esos momentos tiraba por la ventana, junto con la casa, esas dosis de suerte que os comentaba en las primeras líneas, pues no sé cómo chingones (me permito la arrogancia de inventarme esta palabra, que además de sonar a jerga latinoamericana suena infinitamente mejor que nuestro castizo sustituto de “testículos”) conseguí encontrarle en medio de la noche taiwanesa.

Una hora después de su llegada recibía una llamada de Lin-lin, en la que me metía prisa para que me vistiese de gala. Y es que, sin yo saberlo, me había comprometido a salir…Así que tras algunos arreglos de fachada arrancamos en taxi hacia un oscuro tugurio que vimos en Internet (Taipei, en contra de lo que parece, tiene una vida nocturna propia de aires más hispanos, y las opciones son tan variadas que requieren un trabajo previo de documentación). Ellas llegaron chuleando en sus tacones, trayendo consigo a Tracy, una amiga suya allá en las granjas de Pintung. Sin embargo, el sitio no nos convenció (los bares y clubes, al igual que la comida, entra primero por los ojos), así que no estando dispuestos a soltar guita para la entrada decidimos un chill out en casa. Además, a Joe no le convence eso de echar bailables por las noches.

Susan y Joe decidieron coger sobre, pues a la mañana siguiente habíamos quedado a las once con el resto del grupo. Lin-lin y yo, en cambio, no quisimos resignarnos a interrumpir la noche. Cargados con el portátil, un DVD, un duro licor de piña taiwanés y dos vasos de plástico nos apoltronamos, ya duchados, en los sofás de mi salón. Esa noche me regaló uno de esos pedazos de magia que tanto echaba de menos: conversaciones nocturnas, más sinceras que durante el día, tan encorsetado y diplomático, como si en el inconsciente intercambio de pareceres pudiera llegar el fin del mundo, y pillarnos con las botas puestas y el vaso en la mano… Llegaron las seis; los créditos habían terminado hacía rato, sin conseguir que supiéramos de que iba la película, ahogada por las palabras. No podré, secreto de confesión, contar lo que contamos; pero fueron grandes horas, conversando de todo, de nada, porque todo y porque nada.

La mañana del sábado aprendí una nueva palabra en inglés: hangover, que del mismo modo en que mi “chingones” tintineaba su sinónimo, hace que su homólogo castellano, “resaca”, entre mejor (siempre ayudado con grandes dosis de agua). Resaca satisfecha, sin embargo, soldado cansado y victorioso tras uno de esos “pedos sanos”. Comimos con el resto del grupo, y a la tarde los chicos (Joe, William y vuestro querido chino) cedimos a las ansias consumistas de las féminas, yendo a Ufengpu, una de esas zonas de compras taiwanesas donde los puestos parecen interminables y los precios de risa. Me fui a casita hacia las siete, necesitado de unas horas de sueño. Caí rendido en una de las páginas de esos Cuentos Filosóficos que me cedió Vicky allá en Iruña, esperando a la llamada de las chicas. Esa noche, esa sí, habría parranda.

Daré otro de esas volteretas por encima de la noche en Luxy (again…aunque esta vez nos agenciamos una mesa VIP que alguien había abandonado para descansar las piernas. Y esta vez no hubo pilotos borrachos). Estábamos bastante cansados, así que arrancamos hacia las cinco a mi piso. Una vez más, Debbie (que esa noche también era mi huésped) y Susan cogieron piltra. Lin-lin y yo decidimos probar suerte y repetir plan: no falló…Más créditos y más conversación hasta que Joe, que se había quedado en casa, nos dio los buenos días a eso de las ocho. Acabamos dormidos en los sofás sin enterarnos, aunque despertamos pronto: a las once cantó el gallo de mi móvil, pues mis amigos marchaban a las dos y queríamos comer por ahí. Cargados de maletas, partimos hacia la estación de autobuses. Rápida comida, últimas charlas, despedidas…Dios, cómo odio estas cosas. Allá se alejaba el autobús, mientras Debbie y yo agitábamos las manos. Acompañé a esta última buena parte de la tarde, pues no quería volver todavía al piso. Me esperaba en él lo que me temía: los rincones se volvían más acusadores que nunca, reprochando, una vez más, su soledad… Qué vacío parecía aquello. Esto es lo malo de la alegría, esta quietud gris cuando desaparece, que asalta la mente desprevenida y descuidada. Me sentí tentado de escribir en el blog, acercarme un poco a los míos, pero estaba demasiado cansado y desanimado. Limpié pues los vendavales de las dos noches anteriores y me perdí en las dos películas que había visto —sin ver— con Lin-lin. Allí murió la suerte. Al día siguiente comenzaba una semana de clases matutinas y trabajo por la tarde, cansado camino de brasas que me han traído hasta estas líneas.

La cama, por otra parte, vuelve a llamarme, así que dejo la descripción de este nuevo plan de trabajo para mañana. No penséis, sin embargo, que ya me rindo. En los últimos vientos me he vuelto un poco más optimista, gracias a algunos grandes artistas, e intento aprender a tomarme las cosas con un poco más de calma. A relajar un poco las exigencias de perfección (sólo un mínimo atisbo de inclinación a lo artístico separan al perfeccionista del maníaco) y a verlas venir. Con todas las de la ley. No descanso, por tanto, en esta carrera que me llevará triunfante de regreso al Aire que me vio nacer.

¡Qué ilusión recibir noticias de algunos de vosotros! Las líneas electrónicas también llenan un poco los rincones de esta casa. A todos aquellos que disfrutáis de la playa, que trabajáis, que visitáis mundo o que regresáis a casa después de visitarlo, un gran beso,

viernes, 13 de julio de 2007

Hoy... un respiro

Hoy ha sido un día interesante, pero no tengo tiempo para contároslo... Vienen hoy Joe, Susan y Lin-lin a casa desde sus respectivos puestos (uno de Tainan, las otras de algún lugar perdido en la pampa taiwanesa...). Pasarán el fin de semana en Taipei, así que esto promete. Y yo prometo, por mi parte, contaros todo con pelos y señales cuando pase el acelerón del weekend. A todos vosotros, que andáis desperdigados entre sanfermines, Bilbo, Londres y Alemania, un besote desde la isla.


(Por cierto, para los hinchas del Athletic, este nuevo presidente la va a liar petrusa... De los picapleitos me espero cualquier apocalipsis diario. Eso sí, tiene facha; no como Lamikiz, que era un pequeño pitufo. Además, se trae a Ocio, y esperemos que Asier y Santi regresen a la banda que dejaron huérfana. Y eso. Que tenía que comentarlo con alguien. ¡¡AUUURG!!<----eso era un león)


Para calentar boca, os cuelgo una foto del sábado pasado, descansando de Luxy y pilotos con merluza máxima.

jueves, 12 de julio de 2007

Hoy respiro... pequeñeces (2)

Así es; de no ser por esa mirada, que rescató otros pequeños momentos, este lunes, martes y miércoles serían -oh...- algunos días más... De todos modos, se agradece un poco de rutina; como si fueran breves pausas para respirar. "Estadas", como las llamaría Cherra. Parones. Aunque la madre que los trajo a los parones: me han incrementado el curro, y estos días traduzco casi todas las noticias... Me sorprende, en serio, lo mucho que estoy avanzando en mi comprensión de este país, aunque me doy cuenta a un tiempo de lo poco que sabía antes...No diré que la política es más audaz que en el resto del globo, pero es notable lo mucho que se utilizan palabras como democracia, paz, libertad o valores humanos en el discurso político; y no de la manera tediosa con la que se emplea en Occidente, sino en sus connotaciones más, digamos, "revolucionarias". Las patrañas son las mismas, pero aquí se aceptan: parece que en el mundo occidental --o al menos en España-- existe un acuerdo tácito en maquillar las grandes verdades; por otra parte, es nuestra patria la única (hasta tales extremos nos ha llevado la esquizofrenia) en la que llevar la bandera (la que sea) significa mucho más (y pocas veces "más mejor") que el mero amor a la tierra. Aquí las amenazas de China, el reciente pasado autoritario, la naciente democratización o la evidente necesidad de mejora son temas a la orden del día, y muy sentidas en el discurso de los dirigentes. Todo muy rápido, muy dinámico (aún)...Recordemos que la República de China sólo gasta medio siglo. Y lo que le queda. GORA TAIWAN, RIAU!



He grabado solo por primera vez... Diré que me gusto más (la voz, se entiende; no me siento tan solo...aún) cantando que hablando: lo uno parece simplemente una guitarra desafinada, pero lo otro es un matadero de cerdos. Aún así, fue bastante divertido ser un profesional de los pies a los ojos rasgados como manda el Jefe, al menos por unos minutos. Hoy hemos tenido, además, una reunión con los organizadores del TTT2007, para conocer nuestras sugerencias o quejas. No he podido callarme...Omito mi opinión, y la cedo a vuestra imaginación. ¡Y a las tres y media Yochi quería echarme a la calle! Increíble... Ya había terminado de traducir mi parte (hoy hemos empezado pronto, que he ido temprano al curro), y a la pobre no le gusta que le vean grabando... Qué timidica que es mi Yochi. Por decencia (y por merecer de alguna manera los mil doscientos machacantes) me he quedado un rato más, pero a las cinco estaba en casa. Día light, después de la semana más jevorra desde que pisé estos aires.



Hoy ha habido cojo-cena... Unos amigos de mis padres han insistido en invitarme. ¡Aquí también hay chuletones! Diferentes, pero se me hizo el culo pichiglás. Así que echando el helado de sésamo por los conductos bucales me despido hasta la próxima entrada... Besillos.



P.D: Lanzo un nuevo concurso, con nuevo premio que pensaré más adelante (estoy abierto a cualquier sugerencia de los participantes) que obtendrá quien adivine a quién pertence la mirada (uf...) del post anterior. Pista: ¡ánimo cinéfilos!

Hoy respiro...pequeñeces


"Todo comenzó con una mirada. Ella se debatía entre el sopor del mediodía y lo apretado del autobús, decidiendo a cuál de las dos angustias rendir su humor; yo, en cambio, dejaba vagar la vista, perdido en mis aires, ajeno a lo que me rodeaba. Entonces, por encima de cabezas anónimas, sus ojos cruzaron los míos: “mirada con sonrisa, éxito rotundo”, sentenciaba Samuel en Mia Sarah. Robaban así mis ojos los suyos del malhumor; vanagloria de pavo real, pues, por haber sido artífice de un esbozo de alegría.

Ella siguió su senda, malhumorada, estresada vida estudiantil.

Mi camino me llevaba a otro destino no menos halagüeño: otra tarde de traducciones y pantallas, de sueldos ganados.

Sin embargo, aquella breve pequeñez regresó al recuerdo por la noche, trayendo consigo otros compañeros diminutos de mi sentir. En un haz de emociones encontradas, volvía a respirar segundos olvidados de aquel día: la primera sonrisa, nada más despertar de un sueño inconfesable...; la curiosidad infantil, por primera vez solo ante el micrófono, que me llevó a tararear y grabar para carcajada propia todo mi repertorio de canciones; la extraña libertad del anonimato, que hormigueaba conmigo cuando me detuve aquella mañana entre grandes muchedumbres que acudían puntuales al trabajo; un súbito mareo, satisfecho acaso, tras tres horas de intensa redacción; tedios amargos al pasar mi vista por delante de los prostíbulos de siempre, que ahuyentarían el deseo de todo hombre por aquellos maquillajes repetidos, por esas minifaldas idénticas, por esos ojos vacíos, en fin, por la falta de alegría en la lascivia; la risa acelerada, tras recibir una llamada inesperada; y compasión y cariño, después de cenar, para mi abuela, que se perdía absorta barbilla al cielo, como intentando escapar al pasado que se fue, contemplando el retrato de mi abuelo… Pequeños frascos, todos ellos, del aire más puro, aquel que pone las mayúsculas a la Vida, la Inteligencia, o el Querer, y que me regalaron esa noche el recuerdo de un día, que como tantas otras historias, comenzó con una mirada robada."
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Cuántas veces olvidamos los pequeños momentos, creyéndonos con derecho a pedir a cada día grandes aventuras anunciadas con trompetas y mármol y letras grandes y yo quiero y soy el rey del mundo. No, un día no puede ser sólo bueno, o malo, o triste o alegre; debe ser bueno, malo, alegre, triste, aburrido, alarmante, apasionado, nocturno, irónico, confiado, dinámico, anónimo, épico, y mucho más. Porque los días se nos dosifican en segundos. Porque hay muchos segundos por vivir, y muchas historias por contar.

Porque, como escribe Zafón, “sólo recordamos aquello que nunca sucedió”. En efecto, la memoria estricta es enemigo del poeta… Hay que difuminar los recuerdos, hacer que pierdan lo que los hace humanos y mortales, para poder convertirlos en montañas misteriosas a las que acudir cuando pica la nostalgia. Y jamás —jamás— podrán competir mi futuro coche, mi futuro banco o hipotecas venideras contra aquella chica, real o irreal (¿importa?) a la que durante unos segundos robé la sonrisa y la mirada…

Amén pues, amigo, a todas tus pequeñeces, que modelaron tus pasos hasta este preciso Aire que respiras.

lunes, 9 de julio de 2007

Balbuceos: rectificar es de sabios (2)

Tanto insistir en que participarais en el concurso, y acabo de darme cuenta de que mi blog no permitía los comentarios anónimos o de gente sin cuenta en Google... Rectifico, por tanto, esperando tener que gastar más dinerillo en los recuerdos. Nos (la) vemos,

Hoy respiro... coincidencias

Hay días en los que la Fortuna gusta de ser traviesa; cambiar ligeramente hacia aquí o hacia allá algunos de los hilos del tiempo, consintiendo en que azares diversos creen casualidades inesperadas. Y entonces nosotros, ay, marionetillas ingenuas, nos sentimos llenos de suerte por aquellas coincidencias, tan sorprendentes, tan frescas en la rutina. Quizá compremos, confiados en ellas, algún bono de la lotería, o nos atrevamos a aquellas empresas que aún frenaban —dichoso escepticismo... — nuestras pequeñas dudas. No obstante, más que casualidades, amigos, causalidades de una traviesa fortuna, que sabe cuándo avivar sutilmente los mecanismos de la esperanza. Juegos, pues, en los que cogen aire los dueños del mundo, hastiados de evitar huracanes en este Viento poliédrico y complejo.

〔Toma párrafo eh... Consecuencias de llegar puntual al curro; los compañeros suelen entrar a a la oficina a media tarde, así que suelo fusilar un par de horas “musando en las pensarañas”. No me reprocharéis el que le dé un poco más allá de la decencia intelectual a la tecla...Me preparo mentalmente para pasar la otra mitad de la tarde redactando anquilosadas noticias políticas (¡uf!).〕

El sábado fue un día lleno de aquellas coincidencias. Está bien, un tanto absurdas, poco reseñables, pero soy chino y supersticioso, así que no puedo dejar de enumerarlas...

1. En un centro comercial de Taipei, de cuyo nombre no puedo acordarme, vi una cara blanca que me resultó familiar... Y la cara blanca estaba fija en mí con la misma expresión de “What the...” que se dibujaba en la mía, así que deseché mi miopía y supe que era Debbie. No deja de ser sorprendente, pues Taipei es un inmenso hormiguero de ojos rasgados, y no es tan fácil “coincidir” con alguien conocido. Así que conocí a su familia, y ella a Mimi, amiga de mis padres con la que había ido al cine. Después de la peli, además, escuché en vivo y en directo (los fines de semana la capital se llena de conciertillos esporádicos) la única canción moderna en chino que me sé (coincidencia 1 y 1/2).




2. Esa misma tarde, en la estación de Ximen, donde había quedado con Debbie, Wendy y William para cenar, recibió la belga suertuda una llamada de un amigo al que no veía hacía tres años...Y el bueno de Eric estaba...¡en Ximen!




3. Llegó Eric con un amigo, que (coincidencia 3 y 1/2) se llamaba Álex, como servidor. La conversación decayó cinco minutos después, por lo que decidieron animarla metiéndose conmigo; a mi exabrupto “la virgen con los yanquis” el tocayo dijo con acento sudamericano: “¡Oye, si eres hispano!” Resulta que Álex era colombiano, y llevaba ya un par de años viviendo en Taipei, estudiando Medicina (como Debbie, coincidencia 3 y 3/4).




4. Apareció súbitamente una chica que le plantó dos besos a Álex, conocida de Eric y también de Debbie (parece ya de coña eh...), que estuvo con ellos hace tres años.




5. Ya maqueados para salir, nos fuimos hacia Luxy; en la puerta me encontré con dos chavales que están también de prácticas en RTI, el gabacho Marcel y una tía norteamericana. Y yo me digo: ¿acaso nos estaban siguiendo ese día?




6. La última coincidencia, también lingüística, tuvo lugar ya en plena parranda: tras hastiarnos de la sala hip-hopera, decidí explorar con Wendy y Debbie (el pobre Will murió en combate; se fue a casa después de cenar) el recinto contiguo… La primera impresión fue la de haber vuelto a casa: chunda-chunda maquinero a todo volumen, y, todo hay que decirlo, los mejores “subidones” que he oído en toda mi vida. Y, efectivamente, no faltaban elementos familiares por ahí. Un saltimbanquis se me acercó, diciéndome en broma que le había robado la novia (refiriéndose a Debbie). La miré interrogante, y ante la mirada de asco que le dedicó al gañán decidí continuar con la farsa: así que entre descojonos continuos descubrí que era piloto de China Airlines, y (de nuevo la coincidencia)…¡hablaba español! No me acuerdo muy bien de dónde era…Lo que sí sé es que acabó invitándonos a todos a una copa (el ricachón pagó seis de una tacada); también sé que jamás volaré con su compañía… Conocí al resto de los oficiales, tan blancos, tan viejos y tan borrachos como mi compañero. Se fueron prontito (ayayay, volaban al día siguiente); prometí llamarle, eso sí, sin apuntarme su número... Lapsus nocturno.

Al margen de las coincidencias, el día fue divertidísimo, desde el cine hasta la discoteca. La fauna que puebla la noche taiwanesa sigue sorprendiéndome, al igual que las discotecas, que se superan en cada una que visito. No perderé tiempo describiéndolas; esperaré, otra vez, a que el blog de Debbie cuelgue esos momentos memorables.

El domingo fue otro de esos días ficticios… (Un paréntesis, pues, en honor de las horas caídas)

¡He comenzado hoy los doblajes! Aunque debo decir que odio mi voz; suena fatal a través de las ondas. Cuando esté colgado el programa del domingo os pondré el link…Pero no os riáis eh….

Sigo animándoos a participar en el concurso ¿Acertó nuestro amigo el ferht del bezael ben el rabah gald en su respuesta, obteniendo así la insignia de RTI?

A las dos primeras personas que respondieron les concedo tres oportunidades…(vamos, chicas, que os quiero comprar el recuerdo. Jeje).

Radiando la voz de Taiwán y muchos besos,

viernes, 6 de julio de 2007

Hoy respiro... wow (2)

El baño huele muy mal... Desventajas de vivir solo.





Por lo demás, la rutina ha comenzado a asomar el hocico en este final de semana; menos mal que el martes que viene comienzo los doblajes (¡por cierto, el domingo aparezco en la radio! Aquella entrevista de la que os hablaba...Estará en Internet el lunes).



Tuve ayer un momentáneo ataque de frustración; leyendo las noticias que había redactado en Internet, me di cuenta de que Yochi les había metido mano, cometiendo además algunas incorrecciones, y quitando las pocas licencias que me había permitido en la redacción (yo que sé, para animar un poco la cosa, que los lectores tienen que aburrirse de leer siempre las mismas frases). En fin... A poc a poc i bona letra. Sólo voy a estar aquí un mes. No tengo porqué reivindicar mi trabajo, ni intentar demostrar que tengo razón. Al fin y al cabo, yo soy un mandao. Así que "peace and love in the vinyard of the Lord".



Hoy he estado solo en la oficina. Claudia no venía hasta las seis para hacer el informativo, así que me he pasado la primera hora del curro leyendo la página de Marca (por cierto, querido Julen, ¿qué haces de asesor deportivo en tu amado Athletic? Al campo, hombre, que tienes espinillas para rato); mi decencia me impide divagar demasiado por la red en horas de curro, así que me he comenzado a empollarme los cargos políticos de la isla; he descubierto que aquí hay más funcionarios que miopes (la tira en verso), algo normal teniendo en cuenta los tropecientos departamentos y comisiones que tienen cada uno de los cinco (sí, CINCO) poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Control y Exámenes...¿ain?). Me he quedado, como es lógico, en la vicepresidenta (yoyoyoyo, yo lo sé....Se llama Annette Lu).



Menos mal que me ha llamado Luis a eso de las cinco... Ha habido un momento de agitación, de periodismo con garra, colgado del teléfono mientras averiguaba que fuentes reflejaban mejor la tónica política del día... Así que más traducciones; Clau ha sido condescendiente y me ha dejado marchar al terminar mi trabajo, aunque eso sí, me he tenido que despedir de ella (el domingo, como ya os dije, se marcha a Suecia)... He coincido con Sharon, que salía al mismo tiempo, así que me he ido con ella a cenar por ahí. Mañana, por cierto, ¡parranda! Sí señor, he quedado con Debbie en que la vamos a liar petrusa, para celebrar nuestra primera semana de currelo...



Dejo pues el blog en suspenso hasta el lunes... Cuidaos mucho. ¡No dejéis de participar en el concurso del post anterior!



Muchos "el ferhat del bezael ben el rabah gald", y algún que otro besillo,

Hoy respiro... wow



Hay gente muy pirada suelta por el mundo... Os transcribo a continuación la carta que un oyente argelino (sí, sí, de Argelia)envió a la sección española de RTI, intentando participar en un concurso de la emisora. El premio era una insignia (un pin, vaya) y el pobre se habría encaprichado de ella. La carta no tiene desperdicio; os recomiendo leerla un par de veces, pues al menos un gualtrapas de las jergas como yo no ha conseguido entender una mierda:

"Estimados friends hola el hw es tú ahope que eres tan bueno tu friend del faithfull de Sr. Del algera- el ferhat del bezael ben el rabah gald para escribirte siempre y participando en el compition nuevo del bolso de correo Regalamos cuarenta insignias"

Tras estas (¡?) líneas adjuntaba su respuesta a la pregunta lanzada por la redacción (que en esta entrada nos la trae al pairo, la traca ya está en el aire).

Y yo, siguiendo en la línea de los obsequios, prometo un recuerdo de la isla a todo aquel que me responda correctamente en los comentarios a la siguiente pregunta*:

¿Acertó nuestro amigo el ferht del bezael ben el rabah gald en su respuesta, obteniendo así la insignia de RTI?
a) Acertó
b) No acertó
c) Nadie ha conseguido averiguar si acertó o no
d) Se equivocó de emisora
e) En verdad no es argelino, sino de Plutón, y en su lenguaje la carta significa 'Terrícolas, me estáis inflando las esferas con tanta basura espacial. Sois unos el ferht del bezael ben el rabah gald de tres pares de agujeros negros, especialmente los de RTI; arreglad vuestra antena, que me sale el maldito Regalamos cuarenta insignias por las antenas. A cascarla.'
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*Sólo se admitirá una respuesta por participante; el recuerdo no excederá el valor de una ración de "arroz tres delicias" (información adicional en el restaurante Chino Mandarín, parada de metro Areeta). ¿Os ha gustado la publicidad gratuita? Aprended, Luke y J.Lo...

miércoles, 4 de julio de 2007

Hoy respiro...generaciones perdidas

Diario de Interraíl, 2005


Ayer me sorprendí a mí mismo siendo positivista; trataba, creo, de descubrir qué neurona se había desviado en mi cabeza unos meses atrás, cuando tras estudiar a Hemingway decidí que me gustaba el realismo. Hace dos días, en cambio, pregonaba extasiado “el arte por el arte”; e intermitentemente, como hoy, soy romántico, y me zambullo en pasiones y sinrazones similares a aquellas que empujan estas letras. Quizá esté confuso por haber crecido en una sociedad sin valores, ideas ni cultura(y me digo, ¿será esta línea un brote de existencialismo?¿Anhelo acaso morir con glamour y aura, a lo rockero, con las venas picadas?)

Sin palabras propias, cualquier artista que modele con tiento sus teorías es capaz de convencerme. Empecé mis estudios filológicos sin haber leído las desventuras de Don Quijote o Lázaro, y conociendo poca rima más que la de los villancicos; creedme si lamento que sea un muro contra el que no puedo evitar chocar. Como todo hijo de mi tiempo, cincelé (en alguna medida) mis amistades y mi personalidad a golpe de tecnología y botellón, y llegué a la universidad con la mochila de sueños y cultura demasiado vacía. Sin poder ver corriente alguna, ni filosófica ni literaria, decidí nadar en contra de mi ignorancia, perseguir aquellos residuos de magia que aún flotan por el mundo.

Y desde mi humilde estupidez puedo aseguraros que aún hay lugar para la esperanza: lienzos en blanco, y ansiosos por jóvenes, podemos asimilar las chispas de verdad de todas y cada una de las corrientes anteriores, libres del contexto cultural y del corsé ideológico que condicionan cualquier época. Es decir, que por no ser nada, podemos los jóvenes serlo todo. A todos aquellos que desprecian condescendientes nuestra generación, gritémosles con arrojo que nosotros comenzaremos la eternidad: iluminados, barrocos, románticos, positivistas y realistas, tenemos la oportunidad de alcanzar la cumbre. Quizá nosotros no triunfemos, pero podemos llenar el camino de esperanza en este tiempo en el que nos enseñana a perderla: generación perdida, primates entre primeros, heraldos de un eclipse -la "Generación Anhelada"- que supongo, espero, pronto ha de llegar.

Hoy respiro... "¡pa-ta-ta!" (3)

Más fotos, cortesía de nuevo del blog de Debbie. Ahí aparezco yo en la semana de orientación, con la figurita de barro que modelé, y una pequeña muestra de cómo son los mercadillos de noche (en la foto, el de Shi-lin en Taipei)

Hoy...¡ejem,ejem!

J.Lo, te voy a cortar los globitos... Creo que te daré el número de la casera por tercera vez: 667664708. Recuerda que se llama Asun, lo digo para evitarte situaciones incómodas cuando la llames... Ya ves, te dedico una entrada sólo para tus ojos...y para que el resto de los cibernautas sepan que tengo un compañero de piso pistonudo y cojonero. No me revientes el piso... Ya sabes: los vómitos (sobre todo si hay "tropes") por la ventana. O al cuarto de Luque, que es como el vertedero de la casa. Cuídate mucho, y también vosotros, Cáncer, Columnita y Hooligan. Ale pues, a shupahla. Haaaagooo sieeeeempreeee pompaaaaaaaas...

P.D: As de oros eh...perraca.

Hoy respiro... entusiasmo

Así es. Ni tan ácido, ni tan melancólico como de costumbre... Hoy he vuelto a casa entusiasmado con el curro. Ha sido un día completo...


Si algo me están enseñando estos días es a descubrir lo mejor de mí mismo; cuando converso con los compañeros de trabajo, cuando tratan de explicarme algo, incluso cuando me aburren con tanta palabrería que comienzo a pensar en la manera más diplomática de indicarles que la están diñando,me doy cuenta de que realmente tengo muchas ideas y matices que aportar. Que mis ocurrencias, todas esas imágenes y esbozos que me vuelan por la frente pueden refrescar lo que hacen, incluso hacerlo avanzar...




Hoy he ido a trabajar más temprano, pues a las once debía estar preparado para la entrevista que os comentaba ayer. Así que un cuarto de hora después de mi llegada he bajado escoltado por Paul, Luis y Yochi al estudio de grabación. Mi entrevista se desarrollaría durante los últimos minutos de su programa conjunto El Cartero, y así lo han anunciado al principio de la grabación, anticipando la presentación de un "invitado de lujo". La grabación ha sido un choteo; en el estudio de enfrente había una chica que ha estimulado durante la hora y media que hemos estado abajo las hormonas del clan masculino, para deseperación de Yochi, que taladreaba con la mirada a un Paul que se descojonaba a su vera. El que no sea en directo la grabación permite, además de equivocaciones subsanables, salidas de tono de todo tipo que se arreglan pulsando el mágico botón de Cut. Desahogos a un golpe de dedo...Se cagan en la madre que les parió a los oyentes coñazo, y ziszas, todo como nuevo y a seguir acariciando oídos. Un poco hipócrita, sí, pero me ha venido de perlas para templar mis nervios. Y es que yo me iba quedando sin uñas a medida que se acercaba el gran momento... Ahí estaba: preguntas sobre mi ciudad, mis orígenes, mis opiniones sobre Taiwán, mis experiencias con el botellón (¡?)... No he podido dejar de calificar a Bilbao como "la capital del mundo", y de señalar que es la "ciudad con más bares por metro cuadrado del mundo". Me ha hecho especial ilusión despedirme de los oyentes: "Nos despedimos hasta el próximo programa, soy Paul Hsiao...", "Yochi Chang", "Luis Roncero, y..." (yeah man) "Alejandro Wang", "desde Radio Taiwán Internacional". ¡Riau!


Esta edición se radiará el día 15; nos hemos quedado, del tirón, para grabar la emisión de este domingo, que era un homenaje de despedida a Claudia Lee. A Claudia la he conocido en el mismo estudio; es una freelance argentina que acaba de terminar en Taipei las carreras de Ciencias Políticas y Servicio Social. Tras dos años al frente de Caleidoscopio Social y Huellas Orientales ha decidido ver mundo y marcharse a Suecia... Con dos bien puestos. Ha sido una grabación que pretendía ser emotiva, de despedida, aunque creo que se les veía el plumero y el cachondeo hasta por las ondas... Y a todo esto, la chica del estudio de enfrente seguía despertando los instintos del personal.


En la comida ha salido un tema comprometido: los sueldos... Yo sabía que mi sueldo es una barbaridad, y así se lo he hecho saber al resto del grupo; no sé, me sentía en la obligación de decírselo, para que todo quedase claro... Imaginaos, el imberbe de prácticas que cobra más que los empleados fijos... Pero ya les he dicho que a mí no me afecta el que este programa sea una técnica de politiqueo internacional; a mi currículum y a mi propia experiencia les va a ayudar una barbaridad... Y creo que yo también puedo enseñarles un par de cosas. Todas esas ideas que suelen acabar en mi particular cementerio de proyectos pueden llegar a ver la luz con la ayuda de unas cuantas cabezas pensantes más.


He pasado la tarde en mi faceta de traductor, restándole trabajo, esta vez, a Claudia... También en ello he aprendido bastante: el estilo peridístico, tan sencillo en un principio, requiere una gran planificación... Debo tajar sin miedo aquellos datos innecesarios de la fuente, y aplicar con orgullo los dos años de filológo que llevo encima. Aun así, se me hace bastante pesado. A las dificultades esperables -palabras complicadas en inglés, jerga política y convenciones varias- se añade lo conciso del registro: no caben en las noticias imaginación alguna, ni palabras vagas. Todo debe ser sencillo, sin rodeos, en un terreno en el que nunca me he sentido a gusto... Pero me permito algunos pequeños placeres, y exprimo mis neuronas buscando sinónimos. La única verdad acerca de los políticos es que nunca dicen la verdad: simplemente hago un poco más literarias sus mentiras... Voy, además, conociendo lo que se cuece en la isla, y os aseguro que el patio está lleno de moscardones como búfalos.


He dejado atrás el recelo, ese eterna actitud de esconder mis aptitudes que me acompaña en todos los aires que respiro. Al manifestarlas no sólo dejo patente lo que puedo hacer, sino también aquello que desconozco, y me parece un ejercicio de humildad imprescindible para el trabajo en equipo. Si las escondo es, en muchas ocasiones, porque considero esas virtudes insuficientes: no es que dude de ellas, sino que tienen faltas... Sí, tengo la palabra soberbia grabada a fuego en mi chino-frente. Hasta ahora me ha motivado a perfeccionarme, aunque la perfección no entra dentro de nuestras capacidades; además, lo divertido, lo dinámico, está en lo imperfecto, y entre mis carencias voy corriendo estos días, esquivándolas y haciéndoles cortes de manga cada vez que las dejo atrás... Ellos también han hecho su particular ejercicio de humildad: admiten que nunca han aprendido a escribir, y ya comienzan a preguntarme cuestiones de correción, que yo respondo encantado, descargando un poco la pedantería cagándome en las ocasionales polillas que rondan los criterios de la RAE. Juego limpio, por tanto: ellos me enseñan todos los trucos del mundo radiofónico y yo, agradecido, les corto las espinillas que afean sus textos.


Lo reconozco pues: me apasiona el lenguaje, pues es la vida (más de una vez os he dicho que lo desconocido es lo que no tiene nombre), y estos días me apasiona también la magia de las ondas, veloz, cercana, con un gran poder de convicción...Tendríais que leer las cartas de los oyentes: misivas tremendamente emotivas, y llenas de grandes sabidurías de barrio, de gente como vosotros y como yo... Miles de genios cotidianos, que esperan que una voz comparta sus experiencias de piloto experimentado en este Aire inmenso que todos respiramos. Acojonante, ¿verdad?


Me despido por hoy pregonando lo guapa que estaba mi abuela, a pesar de las consecuencias de su reciente derrame cerebral; el peluquero le ha hecho un arreglo espectacular, y luce que no veas... Pues eso primates, con Dios. Muxu asko.