jueves, 2 de agosto de 2007

Hoy respiro... sabores

Shanghai, verano de 2006



-Dulce




La noche en Ximenting, junto a mi hermana y a Debbie, en aquella terraza... Situada al lado del primer teatro de Taiwán, reconvertido en centro turístico, nuestro bar era uno de los muchos que se juntan en una calle peatonal; al estilo occidental, me sentí un poquito más cerca de casa: el gin tonic, la charleta, las galletitas saladas que nos regalaron, cumplidores sustitutos de un gran paquete de pipas...Incluso el tiempo nos concedió una tregua, y la suave brisa de entonces es la misma que trae a mi memoria unas horas que guardaré con cariño.




-Exótico




Desde que llegó Nati a casa ha variado mi dieta: a pesar de haberme educado el pico con estricta finura allá en casa, soy capaz de sobrevivir "comiendo latas". Mi hermana no lo soporta, y exploramos en cada comida, bien probando nuevos sitios por los alrededores (sobre todo los almuerzos, en los que la prisa azuza recordándome la hora de ir al tajo) o yendo a algún sitio especial de la ciudad (mercadillos de noche, zonas de jóvenes) y picando en los puestos callejeros (suele ser nuestro plan nocturno). Desde deliciosas sopas de tripas hasta decepcionantes stinky tofu (ya no saben cómo hacer un buen tofu apestoso...); lo más exótico hasta ahora, sin embargo, os sonará: una milagrosa tortilla de patata que hicimos en casa con ingredientes locales, que si bien no terminó de convencernos —las patatas de aquí son demasiado arenosas, y el color distinto de las yemas le daban un aspecto desmayao— zampé a dos carrillos y la gloria del tinto, el Seiscientos y eljamón.




-Soso




"Harry Potter and the Order of the Phoenix". El tráiler aún prometía dos horas y pico de entretenimiento. Nanay. Si hay un ingrediente que permite calificar a una cinta como "película" (primer nivel de este noble arte tras superar "aberración" y "bodrio") es el ritmo: es decir, que en el sutil arte de empalmar secuencias y encajar planos puede un director convertir una película mediocre, sin grandes aspiraciones, en un rato ameno para el espectador; de esas películas, que a pesar de no presentar argumento, suspense, inteligencia, ni siquiera carnaza, hacen que llegues a los créditos en un pchttttttt .Nada de esto aparecía en la película del joven mago (debía haber sido más escéptico a la hora de apoquinar la entrada, sobre todo habiendo visto las ediciones anteriores): los escasos efectos especiales (aun siendo FX) simpáticos (los diferentes patronus, la escenificación del Ministerio de Magia, el duelo entre Death Eaters y el DA) quedan ahogados en bostezos, por un ritmo pesado y una trama incoherente. Ni siquiera os diré que no la veáis; os prohíbo terminantemente,ni siquiera en el día del espectador, pagar por esta pel...tardez. Vamos...siempre nos quedará el top manta.




-Añejo




Mi barrio es "zona de viejos". Ello significa que quizá hay algo más de polvo, menos neones, algún que otro perro callejero cada tantas esquinas, y una preocupante media de katxabas por metro cuadrado. Pero también que los callejones escondidos albergan olores, sabores e incluso visiones que te trasladan a un Taiwán más auténtico, más construido a sí mismo. Así, después de toser en las tiendas de medicina tradicional, puedes despertar el apetito con un buen bol de sopa de manitas de cerdo; eso sí, no te recomendaría pasar antes por delante de las carnicerías, y menos aún ver en qué clase de recipientes lavan la vajilla los puestos de comida callejeros... En cualquier caso, estas avenidas agrietadas, estos ancianos con las manos llenas de surcos, estas piedras enmohecidas de historias anónimas y de vidas pasadas son el auténtico exponente de lo made in Taiwan.




-Esponjoso




Así suena mi voz por las ondas. Voy mejorando, y mi sonido ya no me desagrada canto. Desempolvé en el recuerdo las viejas lecciones de canto, aquello de respirar con el estómago y demás, y creo haber solucionado en parte ese matiz nasal que tanto odiaba los primeros días. He encontrado, además, la posición idónea ante el micrófono, que me permite hablar tranquilo, incluso gesticular, sin desfasar en exceso la barrita del volumen (si llega a la parte roja —danger, danger!— significa que vas a reventar tímpanos a tus estimados radioyentes). Aun así, me suena demasiado "esponjosa", demasiado...no sé, a megafonía de burdel. Pegajosa. Zalamera. Puaj. A Paty, mi jefa, le gusta. [Comentario para mayores de edad: algún compañero, que es muy verde, dice que es porque a la pobre la pone "piloto"].




-Casero




¡Recibí mi primera carta de un radioyente! Era un tal Luis Corcuera, de Vitoria, que me daba la bienvenida a la radio. Decía que se había reído mucho con mi entrevista de presentación en El Cartero,con Yochi, Luis y Paul, sobre todo en los momentos en los que bromeaba con mi origen euskaldun (me acuerdo que comenté en broma que en las tiendas pedía todo con mi mejor acento vasco para que el tendero de turno no se sintiera cohibido y supiera que podía comunicarse conmigo). Sin embargo, me reprochaba el no haber dicho que los de Bilbao "son unos fanfarrones". Y el muy cachondo contaba el tópico chiste ese de "los de Bilbo nacemos donde nos da la gana". Eso sí, me decía que todo era de coña, y que no me ofendiese porque a ellos les llamamos "patateros". Cómo ofenderme, hermano...Eso sí, partirme el bombo, un rato largo. Lo dicho; una carta entrañable... El día que te pille entre las patatas y los cadáveres de suicidas por la pena que da el Alavés nos enroscaremos la boina y levantaremos vidrio hasta perder el sentido. Amén.




-Amargo

En plena enfermedad, en una de esas noches febriles, tuve un súbito ataque de melancolía. Retiro lo de "súbito". La melancolía no es presurosa, no gusta de grandes entradas. Siempre viene callandito, seducción venenosa... Nunca he sido un buen tristón. Hay gente con su propio método para combatir a la Zorra M: bailar solos delante del espejo, correr, hacer punto (¡?)... A mí ni siquiera escribir me sirve, pues mi prosa nunca ha sido excesivamente alegre (vosotros, Tribu, lo sabréis bien, que me lleváis sufriendo desde Se escribió en el Carmen). Hubo un tiempo en el que me rebelaba contra estos ataques de tristeza porque todo y porque nada. He aprendido, no obstante, a esperar paciente; a estarme quieto, a dejar que Melancolía entre en mí, disfrutar con ella, seguirle el juego hasta que se sienta sorprendida, quizá halagada...Dar la vuelta a la situación, hacer que se sienta confiada: es entonces, cuando ya disfruta conmigo sin recelo, cuando la miro a los ojos y le susurro que ya no le tengo miedo. Las despedidas son siempre amargas. Como los despechos. Pero le digo que no llore, que volveremos a vernos. La carne es débil, y yo soy "humano, demasiado humano". Sí, lo prometo. Volveremos a vernos. No te sientas engañada... Ahora ve. Hasta pronto. Sin mirar atrás. Sin rencor.






-Picante




Pues sí, ya me pica, ya me salta en la lengua el viaje de este fin de semana a Kenting. Sí, coleguillas, me voy al sur de Taiwán en busca de un poco de playa y de deportes acuáticos. Espero volver luciendo moreno auténtico, y no este gris parduzco de ahora, fruto de horas entre tubos de escape. Aunque la traviesa fortuna (estoy seguro de que tiene pecas y luce coletas) me puso una zancadilla el otro día, y me doblé el tobillo. Aunque esta vez no fue entre canchas y balones, soy experto en estas lides y supe al instante que era un esguince. La hinchazón y el dolor por la noche me lo confirmaron, y pensé que se me había arruinado el viaje. Sin embargo, el Jefe se apiadó de mí: no sé si es la milagrosa pomada antiinflamatoria que compré en la farmacia de la esquina o los ruegos que he echado arriba, pero el caso es que la recuperación de mi tobillo está siendo milagrosa. La hinchazón ahora mismo es mínima, y aunque sigo sin poder doblarlo, ando con total normalidad. En fin. Al mal tiempo... Además, será el último fin de semana con todos mis amigos antes del fin del programa. ¡Ya pica, ya salta! Qué ganas...






Tengo más sabores por compartir, pero también un largo día de curro dentro de unas diez horas...Mañana realizo otra entrevista, nada más y nada menos que en la empresa de té familiar; es para mi programa (el que tengo que entregar a la radio antes de que finalicen mis prácticas), que he titulado País de artesanos, y a Paul le sirve para su programa de oficios. Así que continuaré pronto con nuevos aires desde esta (sorprendente) isla. Hasta entonces, besabrazos inmensos y muchos recuerdos,


P.D: Pronto contestaré los respectivos mails, lo prometo... Cuando definitivamente se me rompan los frenos y me fuerce a bajar drásticamente el ritmo chocando con algún nuevo momento de paz.

3 comentarios:

luis alberto dijo...

Saludos desde la capital del mundo!!!

Ya me alegro de que estes recuperado de tu cartarro y lo del esguince sera que la pomada sera de la botica de la abuela que es de bilbao jajajaja.
por que un poco rollo estamos chefo vic y yo y como somos pocos y chefo es un juergas como ya bien sabes pues no quedamos. espero que disfrutes de la playa y de mas sabores y que nos cuentes todos ellos.

1 fuerte abrazo y nos veremos el mes de septiembre

Hard dijo...

Alex,
Este post me ha gustado mucho. Se ve que manejas el lenguaje como quieres. Lo que cuentas de la pomada, me da muy malas pulgas. Muy malo y con grandes dolores tendría que estar para embadurnarme el tobillo con semejante ungüento, máxime cuando lo han elaborado sin los debidos controles higiénicos ¿no?.
Disfruta del mar, y a ver si es veradad y vuelves moreno...

ViC dijo...

Wantxi tenes un mail!es importante que lo leas!!!!
besos
Vic